Concepción Filosófica de la Realidad El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha Miguel de Cervantes Saavedra
Concepción filosófica de la realidad que puede inferirse a través del texto
Hay ciertos temas que quedan en claro, a través de la lectura del texto:
- El hombre del Barroco percibe la realidad y la forma de su mundo exterior de forma completamente desordenada, inestable, fallada.
- La obra es una perfecta muestra de la mirada del hombre en su proyección hacia el mundo exterior.
- Hay una batalla incesante entre la realidad y la ficción, el realismo y el idealismo.
- Cervantes da a sus personajes total libertad (que es un tema que le interesa bastante). Esto se ve claramente en varias oportunidades: Los personajes se ponen sus propios nombres, se llaman como quieren, ven lo que quieren ver, etc.
- La pluralidad de realidades: NO HAY UNA ÚNICA REALIDAD CONCRETA.
- Etcétera...
Entonces, la concepción filosófica... No sé si es así como lo llamaría, pero de cualquier manera, creo que es uno de los aspectos más maravillosos del libro... De éste, se desprende claramente, la idea de la pluralidad de realidades, y es clara la postura de defensa de Cervantes en cuanto a que cada quién debe ser dueño de la suya propia, y que es nociva la existencia de personajes – como el cura al comienzo – que juzgan a través de los parámetros de su realidad a las otras. Etnocentrismo.
En los personajes, a través de las páginas, de su gran número, y de sus interesantísimas cualidades individuales, se nos presentan infinidad de realidades, entre las cuales algunas parecen ser las más reales, y otras las que la razón han perdido. Es mucho más que ambiguo, creo entonces, el planteo de las realidades posibles que Cervantes hace. Cada quien, tiene la suya propia, y está en su completo derecho de hacerlo, porque no hay real convicción de cuál es la verdadera. Algunas podrán parecer más válidas o creíbles que otras, pero ninguna lleva un estandarte que diga ESTO ES LO ÚNICO VERDADERAMENTE REAL.
En la propia novela, un ejemplo claro es el Capítulo XLV, con el famoso baciyelmo... Allí, para cada quien hay una realidad diferente:
- Para Don Quijote, el objeto que en sus manos tiene es un yelmo, al que le falta la barbera: es el Yelmo de Mambrino.
- Para Sancho lo que ve es una bacía, pero es un personaje astuto y sabe que su amo n lo cree así. Por eso, para no caer en una realidad u otra, toma una perfecta postura intermedia: el baciyelmo.
- Para el resto de los interlocutores, lo que está en el suelo es claramente una bacía, pero toman la decisión de burlarse del hidalgo de alguna manera.
Otro ejemplo de la ambigüedad es Don Quijote mismo. Podría decirse que él tiene dos vistas posibles: la que se ve desde dentro de él mismo, cual caballero andante poderoso, junto a su corcel, Rocinante y, al mismo tiempo, la del caballero de laTriste Figura y el humilde hidalgo de la Mancha. Todo el tiempo, el lector puede ver en el Quijote ambas partes, pues Cervantes nos hace partícipes en su escritura tanto de lo que el Quijote dice hacer como de lo que él realmente hace. Podríamos decir entonces, que Alonso Quijano (o como sea), es la persona en carne, el hidalgo manchego, y Don Quijote, es el personaje de papel, surgido de la literatura caballeresca, y que lleva a cabo las más diversas aventuras. Hay dos realidades presentes en la vida de nuestro protagonista, que en un principio (los primeros once capítulos) se inclinan hacia el lado de la realidad ficticia en la que él cree vivir. Porque después, esto no lo hemos leído, se verá que a veces al hidalgo le es necesario caer en cuenta de la realidad real.
Sources: Text - Gisele Jaquenod De Giusti (Monografias.com). Para más información lee el libro.